Quisiera poder retomar aquella vida de niña pequeña e ingenua.

Todo antes era muchísimo más fácil, TODO y no exagero...

Cuando eres un bebé te enseñan a hablar a caminar, te cuidan y te prestan muchísima atención.
Cuando eres pequeña te enseñan a peinarte a vestirte a sumar y restar...
Pero ya cuando se van juntando los años y poco a poco vas siendo mayor y te haces adolescente ya se supone que sabes lo básico y lo que necesitas, y es entonces cuando te tiran a ese enorme vacío sin ni siquiera un puto manual de instrucciones al que poder acudir.
Ya nadie te enseña a... levantarte tras la caída, a sufrir, a reír y ser feliz, a hacer reír a alguien cuando lo necesita, a que hacer tras tropezar tantas veces con la misma piedra una y otra vez; esas cosas que resultan tan difíciles.
Debes aprenderlas tu sola y aprender a aprender, tu solita, sin ayuda. Intentando ser fuerte, intentando no llorar, intentando sacar la fuerza que se necesita para vivir esto.
Y después de aprender sola, aun te queda mucho por aprender. Mucho camino por recorrer, mucha vida por vivir, y miras a tu al rededor y ves que tú no eres la única persona que se encuentra así. 
Y tras todo eso, y aun sabiendo lo que queda, eres feliz, intentas ayudar a los que necesitan tu apoyo aun que no sepas muy bien lo que decir, y siempre intentas sacarles una sonrisa, siempre...
Así aprecias la amistad, el amor, el cariño, la felicidad y los buenos momentos. Aprecias todas aquellas personas que, aun que no contribuyesen mucho, intentaron ayudarte a lo largo de ese largo camino que todavía no ha terminado.

Pero, tras todo esto, creo que nadie sabe enseñar el camino de la vida simplemente porque cada uno tiene que aprender a vivir a su manera, a abrirse su propio camino y a levantarse tras la caída. Porque si supieses todo lo que va a ocurrir nada sería igual, si podría ser más fácil pero no tendrías tu experiencia ni tus propias elecciones, errores, fallos y valores.